EDITORIAL
Planteamientos en educación
y trascendentales elecciones presidenciales
Durante los 63 años de existencia, 40 años del Movimiento Pedagógico y de movilización social, FECODE ha elaborado y batallado por materializar, una propuesta de política educativa pública avanzada, con base en tres ejes fundamentales: 1. Universalizar el derecho a la educación para toda la población, independientemente de su edad. 2. Impulsar la apropiación y generación del conocimiento más avanzado para el desarrollo nacional y el bienestar de la población. 3. Garantizar la dignificación de la labor pedagógica de toda la comunidad educativa.
La herencia de las revoluciones democrático - burguesas y la lucha de los trabajadores y trabajadoras del mundo, enseña que la concreción de tales ejes está sustentada en la adecuada financiación estatal para garantizar fuertes sistemas educativos, de ciencia y tecnología. Vigente planteamiento del cual reniega la plutocracia neoliberal, convirtiendo el derecho en servicio para alzarse con el presupuesto y trasladar el costo a las familias. La versión criolla y tercermundista de neoliberalismo es peor, al someter a nuestras naciones a las “aperturas económicas” y tratados de “libre” comercio, justificando la inutilidad de la necesaria inversión en los estratégicos campos mencionados, como también, negando la importancia de bachilleres, técnicos, tecnólogos, profesionales y científicos de alto nivel. Se acude al regresivo argumento según el cual, resulta más barato importar todo, condenando a la ruina al campo, a la industria y a la economía en su conjunto y, a la población al desempleo y a la informalidad laboral, como también, a la nación a la pérdida de soberanía nacional en todos los terrenos.
El otro soporte de una política pública educativa avanzada, está en el ejercicio de la democracia que garantice la apropiación y avance del conocimiento, es decir la libertad de cátedra y el papel de los órganos de gobierno de los establecimientos educativos en la determinación del rumbo académico con la participación decisoria de educadores, investigadores y estudiantes.
Los ejes y criterios expuestos son universales e inevitables. Pero en el caso de Colombia, también se convierte en parte integrante de la política educativa, el respeto y defensa de los derechos a la vida, a la integridad física y al buen nombre de nuestra muchachada y de quienes ejercemos la docencia. Estamos en permanente riesgo como consecuencia de un régimen que completa dos décadas de predominio político, cuyo último gobierno, ha elevado a la categoría de enemigos internos a los jóvenes, a los educadores y a FECODE. Para el efecto ha venido desarrollando, una tenebrosa campaña propagandística y una oscurantista agenda legislativa contra la existencia del sistema educativo público, el reconocimiento del conjunto de los derechos mencionados y el carácter profesional de la docencia.
En el presente y transcendental debate presidencial, FECODE defiende una propuesta, que debe poner en marcha un próximo gobierno alternativo, la cual contempla con urgencia los siguientes puntos:
1. Detener la estigmatización y la amenaza a la vida contra las lideresas y líderes pedagógicos, sindicales y sus organizaciones sociales. Lo anterior implica, fortalecer el proyecto Escuela Territorio de Paz de FECODE, con el propósito de contribuir a resarcir a la comunidad educativa, fracturada por el conflicto interno. Salvaguardar, la vida, la salud y la educación en condiciones dignas en el retorno presencial. Se requiere reversar los efectos regresivos del confinamiento de los niños, niñas, jóvenes, educadores y demás integrantes de la comunidad educativa, con base en una organización curricular y escolar que surja de los gobiernos escolares, respaldada con los recursos del gobierno nacional y los territoriales.
3. Consensuar la reforma constitucional que garantice de manera progresiva, la suficiente financiación estatal de los derechos a la educación, la salud, el agua potable y el saneamiento ambiental para la población, con el propósito de recuperar los $382 billones de pesos (a pesos del año 2021) que la banca nacional e internacional le expropió a la población de los 1103 municipios de Colombia, durante los últimos 20 años, producto de regresivos actos legislativos en 2001 y 2007.
4. Garantizar el ejercicio de la democracia en el terreno de la academia, es decir, la libertad de cátedra, la autonomía y el gobierno escolar, el funcionamiento de las juntas de educación, los comités territoriales de formación y los foros educativos en los términos de la Ley General de Educación.
5. Avanzar en la concreción de un estatuto docente consensuado que dignifique la profesión.
6. Fortalecimiento del Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio.
7. La defensa de las libertades sindicales y los derechos de asociación.
Por supuesto que lo anterior implica la materialización de las conquistas logradas en la Ley General de Educación y de los acuerdos suscritos por FECODE y sus filiales con los respectivos gobiernos, originados en pliegos de peticiones que son síntesis de una avanzada política educativa pública.
El reconocimiento a la transcendental importancia y al carácter de la educación inclusiva, preescolar de tres grados, rural, de jóvenes adultos, etnoeducación y orientación escolar, ratifican la decisión institucional de la Federación de apoyar y animar con decisión el arribo de un próximo gobierno alternativo.
Al equipo programático de la candidatura presidencial y vicepresidencial con mayor opción, además de resaltar en las coincidencias, le hicimos saber nuestros reparos sobre dos sensibles temas que no han tenido buen suceso en Bogotá y el país. La jornada única escolar, la cual debe tener en cuenta los criterios suscritos en los Acuerdos del Gobierno con FECODE en las negociaciones de 2017, 2019 y 2021. Igualmente, sobre la urgente necesidad de materializar la universalización de la educación media especializada, la defensa y fortalecimiento de la educación técnica y diversificada acorde con la ley 115 de 1994 y, sobre esa base, fortalecer la relación con la educación superior en el marco de la educación formal.
Varias ediciones de la revista Educación y Cultura se han concentrado en examinar y orientar en las diversas áreas, modalidades y niveles educativos. El presente número está dedicado a la educación de jóvenes y adultos –EJA-, cuya frágil existencia es consecuencia de la demoledora política neoliberal, agravada por el regresivo acto legislativo 01 de 2001, cuya aplicación suprimió vitales recursos que han negado el acceso a la educación para este sector de la población, doblemente castigado al no tener la posibilidad de acceder en edad oportuna a la escuela y, cuando lo intenta, el Estado niega el derecho y la condena a destinar sus precarios recursos a instituciones privadas de bajísima calidad. La terrible persecución a la EJA, llegó al punto de suprimir la necesaria planta docente de tiempo completo y en propiedad, dificultando enormemente, el funcionamiento de los órganos escolares y la organización curricular, columnas esenciales de la escuela.
La educación de jóvenes y adultos se sostiene gracias a la movilización de las comunidades educativas pero su fortalecimiento también debe constituirse en política de Estado en educación.
Colombia, 10 de mayo de 2022
Miguel Ángel Pardo Romero
Secretario de Asuntos Educativos, Pedagógicos y Científicos de FECODE